
Las ventajas de tener un amigo gay
Con el paso de los tiempos y el mundo actual que vivimos, el tema de tener una amigo gay se ha puesto de moda entre nosotras las mujeres. Pero, ¿qué sucede cuando ese amigo deja de ser uno más para convertirse en el más importante? sin lugar a dudas, la visión nos cambia. Parece que nosotras hemos descubierto en ellos algo especial que los hace apetecidos; bien podríamos decir que todo radica de cierta forma, en la facultad que desarrollan de pensar como nosotras sin ser mujeres y la dualidad de saber cómo esperaría un hombre que actuáramos ante determinadas situaciones.
Son muchas las ventajas que se gozan a la hora de contar con un confidente de este tipo. Por ejemplo; saber que le podemos preguntar sobre el nuevo vestido que queremos comprar, el nuevo cambio de look que deseamos hacernos, la estrategia de cómo haremos para sorprender a nuestra nueva conquista y hasta poder presentarle a esa nueva conquista sin temor a que nos digan SIEMPRE la verdad, con la honestidad que los caracteriza. Entre nosotras las mujeres el tema de ser 100% honesta nos cuesta mucho y cómo están las cosas hoy en día contar con ese plus adicional es casi un privilegio, como dice una gran amiga “esos no están en oferta” y por lo tanto si los tenemos hay que aprovecharlos.
En términos más sencillo, un amigo gay, es el único “hombre” que estará a nuestro lado sin segundos intereses, en el que podemos confiarle nuestras intimidades sin miedo a que nos quiten la pareja, porque aunque nos cueste creerlo, hay códigos que se respetan y el “Prohibido mirar o codiciar el hombre de tu amiga” no solo se aplica y se cumple sino que se respeta con sangre. –entre nosotras las mujeres, no siempre funciona así-; un amigo gay es aquel con el que sabemos que podemos hablar de nuestras fortalezas y debilidades de mujer sin sentir que somos competencia, es el único con el que se puede contar para aquellos momentos donde no nos sentimos únicas y especiales, porque ellos, son ideales para levantarnos el ego y hacernos creer que el mundo es de nosotras.
Por eso, tener de mejor amigo a un gay es útil hasta en esos momentos donde no tenemos pareja y estamos insoportablemente sensibles con el tema. Sé que todas aquellas que lo tienen como yo, sabrán con certeza a lo que me refiero y coincidirán conmigo en que aunque muchas veces discutamos, no le aguantemos actitudes extravagantes u extralimitadas que puedan tener, siempre, siempre, sabemos que estarán allí para caminar agarrados de nuestras manos con un orgullo indiscutible, darnos un fuerte abrazo y besos sin segundas intenciones, dormir a nuestro lado con el único propósito de hacernos compañía y decirnos un Te amo con sinceridad absoluta. Por ellos, para ellos y para el mío en especial está dedicada esta pequeña nota.
Pd: Comparte tu Código de la M a la H contandome tu experiencia con ese amigo gay. Dedicale tu comentario a él...
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